INJERTO DE CEJAS
Las cejas enmarcan la cara y nos permiten expresar nuestras emociones. La tendencia hoy en día es de unas cejas espesas y completas. La pérdida de pelos en la ceja es más frecuente en mujeres que en hombres. Las causas más frecuentes son la depilación excesiva, genética, cicatrices por heridas o quemadura, debido a tratamientos médicos. Lo primero que tenemos que hacer para ver si el trasplante es viable es hacer un adecuado diagnóstico.
La elección de la zona donante (vello corporal o cuero cabelludo) se realiza comparando el grosor, color y calidad más parecidas al pelo de la ceja en cada caso. Al igual que la elección de la técnica (FUSS o FUE) dependiendo de cada caso individualmente.
De antemano tenemos que saber las pequeñas diferencias entre una ceja natural y una trasplantada. Lo primero es que tendremos que recortar el pelo de la ceja trasplantada si nuestra área donante es el cuero cabelludo ya que crece indefinidamente. Y que va a tener una pequeña angulación ya que de forma natural crece paralela a la piel.
Una vez que el paciente es apto se realiza el diseño de las cejas, siempre en armonía con las características morfológicas de cada uno siendo simétricas pero nunca un calco una de la otra ya que todos somos asimétricos y es lo que nos va a dar la naturalidad.
Cuando tenemos el marco de la ceja comenzamos con la cirugía se realiza con anestesia local tanto de la zona receptora como de la donante y se escogen las unidades foliculares a trasplantar que serán de 1 o 2 pelos. Siendo muy meticulosos y cuidadosos con la dirección y angulación de nuestras incisiones donde posteriormente vamos a injertar las uf.
El postoperatorio es muy llevadero y poco doloroso, se inflamarán los párpados por el edema que se reabsorverá en 1 semana. Igualmente se caerán los pelos injertados que comenzarán a crecer en 2-3 meses hasta el año cuando veremos el resultado final.
El resultado es muy natural y recuperamos la expresividad perdida.